De entre tus labios turbios
De frondosidad indescifrable
Han salido todas las mentiras y todas las verdades
Aptas de forjar toda esperanza.
Incapaz me hallo de impugnarlos hoy,
Aún en la mejor de mis derrotas.
No puedo siquiera huirles,
A pesar de que el mortífero desdén aceche
Desde todos los rincones.
Sigo creyendo en su sabor a magia,
En su redentora condición
Y en sus dúctiles cualidades de remanso.
Por eso así,
Aunque no pida clemencia ahora
O exija la capitulación total que surge
De pasiones derramadas,
Imploro a las deidades de un futuro indefinible
Que a pesar de todo y después de mí,
Tus labios me besen como antes.